Ellas dos recordaron aquel momento,
frente al retrato.
-L. ¿Qué crees que quiso decir,
cuando dijo aquello del armiño?
-P. ¡Ah, El aprendiz! Tenía fama de
ser un deslenguado, ya lo decía su maestro, como a él, también le encantaban los enigmas.
En las obras Leonardo siempre está presente
la metáfora, la interpretación de sus símbolos revela mensajes que el maestro ocultó,
y a la vez, dejó a la vista de todos,
sólo para aquellos que sabían interpretarlos.
¿Sabes que en aquella época, el
armiño es el animal que representa a la nobleza?, ¿y que su color blanco hace referencia a la pureza?,
El hecho de que ella lo sostenga en sus brazos en este retrato, se interpretó como la unión entre ella y el Duque de Milan, Ludovico Sforza, ya que en
el emblema de los Sforza aparece “Le
Ermellino”, un pequeño armiño.
-L. Claro, tiene sentido eso que
dijo: “Un fruto dinástico”. ¿Debía saber que ella estaba embarazada, y de ahí
que pintara a Cecilia con el armiño en su regazo?
-L. Y ¿Qué fue de ella?
-P. Pues, cuando Beatriz de Este, prometida del Duque, llega a Milán y se
instala en el palacio Sforza, Cecilia aún
vive allí, más tarde, siendo ya Beatriz la esposa de Ludovicko, Cecilia dará a
luz al hijo de ambos, y Beatriz, obligará a Ludovicko a renunciar a esta relación.
Dará un ultimátum al duque, para que ella y a su hijo salgan fuera de Palacio.
-L. ¿Por eso dijo el joven aprendiz
que Ludovicko haría un regalo a Cecilia?
-P. Si. El duque les cede unas tierras
en donde su hijo y ella se trasladan. Pero ahí no queda la cosa Laura, además, Ludovicko la obligará a casarse
con un hombre que él le elige.
-L. La pintura del maestro le tuvo
que servir de ayuda, al menos contribuyendo al
reconocimiento los hechos, quizá nunca hubieran trascendido de no ser
por este cuadro. Ella era también una artista como él.
La importancia de su secreto
colocado en sus brazos. Y lo que es más importante, legitimando el fruto de la relación con el
duque. Pobre niña, no tuvo que ser fácil salir de Palacio y abandonar su
condición de artista.
-P. Si, era poetisa, y mientras
vivió en palacio gozó de una la libertad intelectual que no era propio de las
mujeres de aquella época, y que perdería al marcharse, debió de ser un duro
golpe.
Beatriz se sentía ensombrecida por
ella desde antes que llegara a Palacio, y su objetivo, fue despojarla de todos
los favores y las atenciones que como artista y amante recibía del duque. Puede
que por eso se desconozca tanto de sus escritos, de sus obras y de su persona. Pero Leonardo la hizo inmortal.
Bravo por él.
(Fragmento de El viaje de Laura. Amparo Suárez)
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