lunes, 27 de febrero de 2012

Los hombres de negro. Continuación del Juego. Capítulo 5


Entró en al hostal evitando a la Sra. Vinces, ella no tardaría en subir a verle si se  percataba de que había llegado ya, sabía que le reclamaría el canje de la plata que no le había pagado aún  por un cobro en especias, y  aquella noche él no estaba para esos menesteres. Así que anduvo con sigilo desde la recepción hasta su cuarto y dejó la llave puesta en la puerta por dentro.

Se descalzó, los pies le ardían, mientras se quitaba la ropa dio un repaso a cómo había ido la partida de esa noche. Las cosas habían marchado como esperaba. Por la mañana se vería con Anne para hablar del asunto de los planos de la máquina, y vería con ella cómo hacer la gestión para registrar la patente.

Entonces el móvil empezó a sonar. Y él se sintió inquieto.

-Dígame.

-No piense que va a salirse con la suya. ¿Acaso pensó que no nos enteraríamos?, ¿Con quién se cree
usted que está jugando?, Ya sé, ¡Pensó que nadie lo descubriría!, ¡Que no nos daríamos cuenta!, Me decepciona usted Sr. Cronwen, sinceramente le creí más hábil, los sentimientos hacen que un hombre sea vulnerable y la debilidad no es buena para nuestros negocios. Desde hace días, mis perros siguen su espalda y si no me da los planos va a arrepentirse todos y cada uno de los días de la que auguro ya que será una  corta vida. Hoy le vieron entrar y salir de una gran mansión muy bien acompañado. Espero por el bien de todos ellos que no les haya contado nada,  eso no sería bueno, tendríamos que solucionarlo y su amiguita podría sufrir un percance inesperado.

-Si les pasa algo, nunca vera los planos. Los quemaré, y a usted con ellos.

-Tiene tres días para devolver la pieza y los planos. Y ni uno más, si no, sabrán de usted por las esquelas en el periódico.

Dejó el móvil sobre la mesa y se acercó a mirar a la calle, oculto tras los visillos de la ventana no vio ningún coche ni a nadie merodeando.

Esta llamada, corroboró que ahora contaría con menos días para llevar a cabo el plan.  Sí, tendría que atar bien los cabos sueltos que le quedaban. Por la mañana iría a recoger  el reloj. Sabía que sin esa pieza todo se iría al traste.

En Alemania su amigo Friman le había dicho que aquel material del que no pudo hacer preguntas, le había llegado a través de un contacto que trabajaba en la NASA, y que aquello era todo lo que necesitaba saber del él. Pero Friman quiso ser más preciso con su amigo y le contó más sobre lo que creía que podía ser cierto,  pero no tenía base para afirmarlo. Aquel material formaba parte de unas muestras recogidas por la NASA durante uno de los viajes en su salida al espacio. La información, la muestra y sus conclusiones como investigador del proyecto de las que fueran objeto en su estudio no podían salir de su laboratorio y todo lo que rodeaba al proyecto era clasificado de alto secreto.

Durante el estudio del mineral, observó que en contacto con él, el agua reaccionaba generando moléculas con una nueva estructura que no pudo identificar, y que eran el  resultado de la fusión de éste con el agua, unas moléculas cuya estructura eran desconocidas. Estas daban al fluido resultante una apariencia y propiedad similar a la de los líquidos,  pero bajo esta apariencia se revelaron características asombrosas a sus acaecidas propiedades, entre ellas el líquido era altamente conductivo y tremendamente energético. De modo que le hacía ser perfecto como carburante, para ver si estaba en lo cierto sólo habría de probarlo y observar los resultados.
Entonces se le ocurrió diseñar una maquina e introducir dentro de ella una pieza hecha en la que incluyó parte de ese mineral desconocido para hacer pasar el agua por su circuito y ver lo qué pasaba, el agua quedó transformada, y ocurrió algo para  lo que nunca tuvo explicación, aquella pieza, con sólo una pequeña y minúscula porción del tamaño de una mota de polvo, era capaz de obrar el milagro, la combustión del mismo era en sí prodigiosa dado que el resultado era limpio, sin que se generara salida de gases que aparentemente fueran contaminantes, ya que el elemento origen del que partía y desconocía y del que no podía afirmar ni negar que lo fuera, no aparecía en los gases emanados que había analizado. Era como si se hubiera desintegrado. Otra cosa más para la que no tenía explicación.
No sólo producía el carburante,  sino que era una fuente inagotable de energía capaz de hacer funcionar los motores que trabajaban con ese líquido acuoso en lugar de con el carburante habitual.
El líquido que pasaba a través del circuito por un motor, daba mejor resultado que el combustible habitual. ¿Imaginas Cronwen lo que esto podría significar para el progreso si  llega a saberse? el mundo ya no será de los magnates del petróleo y de los que los controlan. Esto significaría un nuevo cambio, ya no temeríamos a las manos que controlan el flujo de caudal del grifo del preciado oro negro, y el mundo habría de adaptarse a este nuevo cambio, lo es ahora para esta sociedad y  su economía vital dejaría de serlo. ¿Eres consciente ya de la importancia y las consecuencias de lo que se avecinaría,  Cronwen?

Había algo más también muy importante y por eso su vida estaba en peligro, para usar este producto no haría falta modificar la estructura principal de los motores de cómo estaban hechos hoy en día, sólo se necesitaría hacerles unos pequeños ajustes.  Por lo que aún lo convertía en más rentable.
Lo que él tenía en sus manos, sabía que podía echar por tierra toda la economía y el gran mercado del petróleo, que era un pilar de la economía global y que tanto mal estaba trayendo al mundo.

Se preguntaba cómo lo habrían encontrado. Y cómo sabrían que tenía los planos, pero por lo que supuso, ellos no estaban muy seguros de que tuviera también la pieza. De pronto lo comprendió, su amigo Friman, podía estar en grave peligro de hallarse descubierto ó algo peor.

¿Y Anne?, ahora no estaba seguro de si la estarían vigilando a ella también.

Si sólo se necesitaba un minúsculo grano de ese mineral insertado en la pieza para que se obrara el milagro... ¿Quién se resistiría a no formar parte de ese descubrimiento?

Después de la llamada que había recibido al móvil, estaba seguro que, nadie, excepto él y Friman, debían saber nada del mineral ó estarían en peligro.

La fuente de poder que daba a los que lo poseyeran, lo convertía en codiciado objeto de deseo para el resto. Con lo cual estarían dispuestos a ir a por él,  al mismísimo averno,  si así fuera preciso.

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