Entró en al hostal evitando a la
Sra. Vinces , ella no tardaría en subir a
verle si se percataba de que había
llegado ya, sabía que le reclamaría el canje de la plata que no le había pagado
aún por un cobro en especias, y aquella noche él no estaba para esos
menesteres. Así que anduvo con sigilo desde la recepción hasta su cuarto y dejó
la llave puesta en la puerta por dentro.
Se descalzó, los pies le ardían, mientras se quitaba la ropa
dio un repaso a cómo había ido la partida de esa noche. Las cosas habían
marchado como esperaba. Por la mañana se vería con Anne para hablar del asunto
de los planos de la máquina, y vería con ella cómo hacer la gestión para registrar
la patente.
Entonces el móvil empezó a sonar. Y él se sintió inquieto.
-Dígame.
-No piense que va a salirse con la suya. ¿Acaso pensó que
no nos enteraríamos?, ¿Con quién se cree