domingo, 6 de julio de 2014

Tengo ocho y esto no es una plaza, es un parque.


Ya tengo ocho, mira ¿lo ves?
Estoy creciendo ahora, si ahora mismo, porque veo más lejos el suelo de mí…, ¡por fin en el parque! Mi madre dice que no lo es, que es una plaza. Pero es un parque.

Esos niños me han echado ya dos veces, no se qué más hacer pero no me rindo, voy a dejarle a ella la bici, ….

Otra vez me dijo lo mismo: ¿Les has preguntado?..
¿Qué tengo que preguntarles? …. Yo me he acercado, doy vueltas alrededor de ellos, y ese niño me dijo lárgate, está claro que no quieren que juegue con ellos, pero esas no son formas de tratar a alguien… me está entrando la furia, esos no saben cómo seré cuando me entre, y creo que me voy a convertir, ya siento a ese furioso dentro, no se controla y se puede poner a dar puñetazos, no saben como me pongo cuando me entra esta furia,  y entonces… no sé que pasará, algo muy malo…. Sí.

Ella todo me lo dice tres veces, y yo siempre digo dos ¿Qué?

  “Ve, y esta vez pregunta si puedes jugar con ellos. El que no pregunta se queda sin saber.”  

 “¿Qué?”

….  “Ve y pregúntaselo, el que no pregunta se queda sin saber.”  

Ahora me duele la barriga y no puedo hablar. Pero iré, porque ella me lo dijo. Ella lo sabe todo porque es maga.

-Mamá, la bici, que ahora vamos a jugar con el balón, ¿Podemos quedarnos otro rato más verdad?

¡Bien¡ dije cuando dió el “OK”  y nos guiñamos el ojo.


Amparo Suárez.

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