lunes, 1 de julio de 2013

Manulá y el último Rey Maya.



En la cara este de la estela C, en Quiricaguá, aparece la fecha de comienzo del calendario Maya. Se estima que la fecha corresponde al 11 de Agosto del 3114 a.c. del calendario gregoriano. (1)

Nadie ha podido explicar cómo a pesar de ser una civilización con conocimientos tan avanzados en astronomía, matemáticas, física, ..... desapareciera. Aún seguimos aprendiendo de sus conocimientos y queriendo comprender su legado.

Corría el siglo X de nuestra era, en la ciudad de Tollan. Los Sacerdotes se habían reunido bajo la gran pirámide del Mago. Cada 52 años, siguiendo la cuenta de larga de su calendario, en un ritual mágico, invocaban a sus dioses para recargar la energía de la piedra Chía. La piedra sólo podía ser activada a través de una médium, ella contactaba con el mundo de sus ancestros mediando así entre sus dioses y ellos.



La última médium, Jazdex había fallecido hacía 10 años y su pueblo esperaba que su espíritu descendiera para reencarnarse en la que sería su sucesora. Se aproximaban tiempos de cambios para la ciudad de Tollan y para Jof, rey sacerdotal que dio su promesa ante el consejo de llevar una vida ejemplar y de celibato hasta su casamiento. En el poblado comenzaron las habladurías, se decía que había faltado a su juramento perdiendo así su derecho a gobernar.

Dos lunas atrás, Manulá caminó hacia el círculo para sellar su pacto ante el consejo, aquella noche pensó que era lo que todos esperaban de ella. Sólo Job, al que ahora no veía entre las gentes del poblado, conocía sus verdaderas intenciones: un plan de huida al viejo mundo. Ella había visto en sus sueños, que de otro lado de la tierra pronto vendrían guerreros y su llegada convulsa provocaría el ocaso de su mundo. Tomó la determinación de marcharse a convencer a esos dioses y detener una guerra, ahora pensaba en Jof, y en que quizás ya no volverían a verse.

Jof, como primogénito real siempre estuvo predestinado a ocupar el lugar de su padre. Educado en la magia desde su cuna poseía habilidades especiales que desde niño puso en práctica. Manulá y él crecieron juntos, pero Jof siempre estuvo sometido a una estricta vigilancia que esquivaban comunicándose por telepatía. Manulá siempre creyó que el motivo por el que ella leía la mente se debía a la magia de Jof. Hasta el día en se le reveló su verdadera identidad de médium. Y aunque debía estar contenta, en su lugar, pidió a sus dioses que la libraran de su magia para de este modo cambiar su destino y poder amar a Jof, algo que sabía que el Consejo nunca aceptaría.

La piedra reflejaba en la tierra el mapa del cielo que formaban las estrellas, y los sacerdotes, pertenecientes  a la casta alta de su pueblo, interpretaban los eventos concluyendo las fechas en que acontecerían conformando su calendario, el tiempo maya era cíclico. De esa manera, podían anticiparse al futuro estudiando el movimiento de los astros en el cielo. Y valiéndose de su calendario decidían los días más propicios de las estaciones para las siembras de la cosecha, emprender una guerra, celebrar un ritual religioso o para realizar sacrificios en honor a sus dioses.

La noche de su partida Manulá buscó a Jof para despedirse pero no pudo encontrarle, había algo muy importante que debía decirle antes de partir... . Ella tuvo una visión en la que lo vio entrando en las aguas desnudo y las aguas ardían. Luego vio salir del agua a un ejército de guerreros escoltando a Job que vestído de divinidad llevaba una careta de la serpiente emplumada .

Lo que ocurrió, no se supo a ciencia cierta, habrían de pasar muchos, muchos años, para que todo un pueblo se olvidara de esta historia y para que una mujer descendiente de su linaje volviera al poblado acompañada de su hija, para asistir a la ceremonia del final de la era.

Manulá huyó del poblado, y días después se dictaminó la expulsión de Jof aún sin que él asistiera a su juicio. Pero entre sus súbditos ya se había extendido el rumor de que antes de partir hizo la promesa de que regresaría como rey para gobernar de nuevo a su pueblo.

Hay amores que están destinados a la eternidad, que ni el tiempo ni los nuevos besos pueden hacer olvidar, ella dio a luz a una niña que vivió entre los dos mundos, y que contaría a sus hijos como bajo la sexta luna reino un rey que cambió su destino por amor. En la fe de que el alma es imperecedera y volvía purificada. Donde las crisálidas se transformarían en mariposas, y los portales del tiempo daban el conocimiento para el ascenso al cielo.

Jof anduvo sin rumbo fijo durante dos días y tres noches, desconcertado por la oposición de una parte del poblado que no había parado hasta conseguir su expulsión, lo que él desconocía era que había sido una maniobra del enemigo en la sombra, que buscaba su marcha para conseguir influencias en el consejo, pues así se nombraría a un nuevo rey , un rey de paja que él mismo propondría.

Axtla, uno de los sacerdotes consejero del propio rey, fingía su búsqueda aunque sus verdaderos propósitos eran otros...construía su tela de araña....

- Ya veis, nuestro amado rey, -decía ante el consejo que se encontraba reunido en el templo, - rechaza los tres días de prórroga que estipula la ley..... ¿Acaso no es culpable aquel que huye de su destino? - , los Sacerdotes asentían sus cabezas.-¿Qué merece aquel que no afronta el juicio y la decisión de sus dioses? - prosiguió mientras miraba a su padre. -Aquel que ni espera no confía defender su inocencia. - Pero una voz del consejo repitió las palabras de Jof antes de partir. - Uniré pueblos bajo una misma ley, y volveré coronado rey. . -
Las gentes del poblado, temerosa del juramento de su Rey les buscaron a los dos durante meses, el tiempo fue diluyendo el recuerdo, e incluso su nombre por temor al castigo era evitado mencionarse.

Pero cuentan que un joven viajó desde Tollan a Chichen Izta, y después de haber vivido una vida dedicada a la enseñanza, un día fue nombrado Rey de Chichen Izta, tomando el nombre de la gran Serpiente Emplumada, trayendo a su pueblo nuevas enseñanzas y reinando de nuevo en la ciudad de Tollan. El último de su extirpe que reinó bajo el Sol.

La piedra Chia se guardó bajo la gran pirámide del mago, con el tiempo su historia se convertiría en leyenda. Y en el año 2012 de nuestra era, cuando el último calendario cerraba una era, un día de eclipse cuando la sombra de la Serpiente emplumada bajaba por los peldaños de la gran pirámide, una niña de nombre An-manaú frente a la pirámide de mago recibió la magia de la piedra Chía recuperando la memoria perdida de sus ancestros.

(1) imagen y pié de foto tomados de wikipedia.

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