Pero aquella pregunta ya no dejó de resonar en su cabeza ..
"¿Los sentimientos eran de los pensamientos ó era al revés?".
Y ¿Cómo tirar del hilo sin deshacer el ovillo?, pensó. Pero al cruzar la calle y doblar la esquina se olvido. Y mientras caminaba por aquella oscura y solitaria calle las palabras acudieron....,
“Teluro, molibdemo, wolframio, …Echebarría, Uzustun, Mendieta…..”,
él sabía bien lo que significaban y sonrió, ¡metáforas del pensamiento!, se dijo, "esta vez no estuve desprevenido".
Y entonces lo supo, supo cual fue el propósito de aquella pregunta,...: Debía ser un farero de palabras Y el vigía de sus espejadas mareas,
Darles luz, mirarlas, y desmadejarlas del derecho y del reves, del derecho y del revés. Y desaprender...desaprender....desaprender.
Darles luz, mirarlas, y desmadejarlas del derecho y del reves, del derecho y del revés. Y desaprender...desaprender....desaprender.
Amparo Suárez
(Imagen de Catrin Welz-Stein)
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