Blanco, así te quiero, como esta hoja frente a mí, y no
llena de ti. Porque yo temo ser tú. Convertirme en ti, que te adueñes, me rodees,
y tú seas yo misma.
Sombra, sigue siendo manantial sin ser laguna.
Me atraviesas, tocas a este loco que late y late acelerado.
Te amo, amo tu ímpetu, tu arrojo, tu locura, y la elocuencia
con la que me arrancas sonrisas como un mago.
Te odio, odio tu ímpetu, tu arrojo, tu cordura, y la
elocuencia con la que me arrancas la ropa que me vistió de lo que no soy.
Perfecto, perfectamente perfecto allí en donde no existes,
tú: Blanco, sombra, niebla…humo.
Loca, eres de acero inoxidable, vuelas y vuelas, ve, atraviesa
límites, surca los vientos, cabalga entre los cúmulos, pellizca las nubes, alimenta el alma de sabores nuevos, pero regresa.
Amparo Suárez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario