María vivía un drama familiar, su marido no tenía trabajo y a
ella se le acababa ya la ayuda de los cuatrocientos euros que les
permitía pagar la hipoteca. La empresa de su marido, Matías, había presentado un ere. Y él, deprimido, se pasaba los días en el bar jugando a las cartas con Raúl, el
frutero del barrio al que ahora le sobraba el tiempo en su trabajo. Su Jennifer, que ya tenía catorce, se pasaba las horas
jugando a la play, y ni ella, ni su padre parecían darse cuenta de lo grave de
su situación y de que en dos meses si no entraban ingresos les iban a quitar la casa.
Ding-dong. Ding-dong.
Ding-dong.
-¡Abre ya Paqui! que
no soy de hacienda….ni te voy a cortar la línea caliente.
-¡Qué! se te ha pegado el dedo, ¿no?
- Toma hija, que esto se te ha vuelto a caer otra vez.- Dijo
mientras le acercaba dos pares de calcetines desconjuntados y unas bragas
tanga. – ¡Ay! Cualquier día se te van a caer las puestas, chochete.. . Pero, ¿Y
a ti que te pasa hoy?, ¡con esa cara de pena! ¡Sí la que tenía que estar
llorando por las esquinas soy yo!, ¿se puede saber?
-¡Qué me va a pasar mujer! Ná….Bueno, que corra el aire, que
hoy tengo que aligerar, esta semana me
voy al pueblo a cuidar a mi hermano, el pobre se ha operado y como es soltero y
no tiene a nadie….., anda que… se me presenta una papeleta buena, voy a tener
que dejar el teléfono erótico parado una
semana entera. Y la linea caliente se me va a congelar Marí.
-Ay Paqui, ¿y yo no te podía servir? ¡Qué estoy “desesperá”! Que no tenemos ni para comer.
-¿Tú?, quita, quita, mujer….
-Paqui, yo guapa no seré pero ¡tengo una labia! Yo caliento a mi Matías más ligera que las “nespreso”.
-Mari que esto es un negocio serio. Y cualquiera no
vale.¿eh?
-¡Qué sí, mujer, qué sí! que yo para esto valgo, mira, yo me llevo tu inalámbrico a
mi casa, y hago de ti, hasta que vuelvas. ¿Es ese que llevas en el bolsillo?, es
cómo el mío, de los que cubren un radio de hasta trescientos metros, y de tu piso
al mío no llega a los 90, .. Pero, ¿algo me llevaré por esto? ¿No?
-Claro que si, mujer, si mantienes a la clientela y no
me la espantas soy capaz de ponerte en
tu casa una línea y hacerte socia.
-¡Eso dalo por hecho!, y por mi Jennifer que no te vas a arrepentir, ….
-Mari, esto de la crisis, me han dicho que es una mala
racha, pero que no hay que preocuparse porque los de arriba ya lo están
estudiando…
-Ay, Paqui, con lo tonta que eres a veces, no sé como se te
dan tan bien los negocios, que a esos nosotros le importamos un ¡cojón!
El primer día de la semana había llegado y Maria, como había acordado, subió al
piso de su vecina en busca del teléfono y en busca
también, de lo que sería la última oportunidad de conseguir algo de dinero antes
de que llegara el fatídico desahucio.
La primera llamada no tardaría en llegar.
- ¿Aló? Soy quien tú quieras que sea, sí tú pide por esa
boca que yo estoy aquí para complacerte.
Y dicha la primera frase, fue cogiendo confianza.
-¿Qué quién soy?....pues eso depende…a ver ¿Tu, quién
quieres que sea, eh?...¡esa, seré yo!. Dime, ¿te gusta que te digan cosas
guarras? ¿Qué tema te va más? Tú pide que yo enseguida te cojo el rollo y lo
que haga falta coger. …Espera, espera, …que me estoy quitando el sujetador, y
voy a bajarme las bragas. …. ¿Cómo?, ¡Qué es eso de que yo- no-soy-una-fúrcia!
Claro que lo soy, ¡un putón verbenero!, y una diosa del sexo….¿Oye, y tú cómo
sabes que yo soy la María ?
¡¡¡¡¡ ¿Raúl?, ¿El frutero?!!!!!
- Ay Raúl! Que le estoy haciendo un favor a la Paqui y he confundido los teléfonos, anda ya me
quedo yo con el pedido de la
Paqui si no te vas de la lengua ¿eh?
Media hora más tarde, había llamado al móvil de su vecina
para decirle que no encontraba el teléfono, ella le dijo dónde estaba, eso y un
libro que se llamaba…. “cincuenta de un tal Gay”, bueno, algo así, para que se lo fuera leyendo y así entrara
antes en ambiente. Y se los bajó a su
piso, sin decirle nada de la confusión.
Pensando que quizá fuera mejor buscar intimidad, se metió en
el baño. Allí, no tendría distracciones.
Ahora, pensó, ya estaba lista para la siguiente llamada……
-¿Aló? Aquí tu diosa, pide por esa boca que yo ya estoy ¡a
cien! Ay, Oy, Uy, más, más mi amor….
Y entonces escuchó….
-¡María! ¿Con quién
coño estás en el baño? ¡Joder! Sal desgraciado, que te la corto.
María cortó la llamada. Pero Matías ya le había dado una
patada a la puerta, echándola abajo…Y allí estaba María, dentro de la bañera
con el poroto lleno de espuma y una maquinilla de afeitar en la otra.
-María, ¡Qué coño haces!, yo creí,…., ¡joder¡ creí que me la
pegabas con otro, ¡ostias!….
Y con las mismas, empezó a quitarse la ropa…..
-Anda Matías. ¡Tira!, ¡tiraaa!..¡Qué tires pa fuera hombre!
Aquella semana, cada
noche ella le contaba a su marido historias que los clientes le contaban a ella en la línea erótica…
-¿Y esas cosas te cuentan? ¿Con lo carísimo que les sale el
minuto?
-Sí, Matías, me he dado cuenta que en esto del sexo que hay mucho cliente falto, bueno, ellos no lo saben, pero que lo de
verdad que van buscando no es sexo, es que se les escuche.
-Anda, sígueme contando, que me has dejado en vilo con la
historia del sumiso.
María de pronto lo vio clarísimo, ella debía escribir esas
historias, y hacer una novela con ellas, y se puso a ello.
Al final de la semana su vecina volvió con un sobre para
ella, y le dijo, que no sabía que había hecho pero que aquella semana había ido
mejor que ninguna de las que ella había tenido. Y le propuso seguir con su
línea, mientras seguía una semana más cuidando de su hermano. Y ella aceptó
encantada.
María se presentó en su banco para hacer el primer ingreso y
le contó al director lo de su nuevo negocio, éste le dijo que la posibilidad de
parar el desahucio, ya era un hecho.
Y entonces María comenzó a escribir las historias en papel y
cuando las hubo acabado, se las mandó a uno de sus clientes de la línea erótica
que era crítico literario y dos meses después vio su novela publicada bajo un seudónimo, seis meses estuvo entre los número uno en las
listas de los libros más vendidos junto a la que había sido su libro de
cabecera aquellos meses atrás. ..Esa de las historias de ese tal Gay.
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