miércoles, 26 de marzo de 2014
La indecisión de Petra
Ella nunca actuaba así, dejándose llevar por un impulso, pero no dejaba de pensar en él.
Caminaba hasta el bar de la piscina y las dudas se le anudaban en la boca del estómago. Volaba directa a la diana, y ¿quíen era él?, no lo conocía, definitivamente aquello era una locura, una verdadera locura, se enamoraría como una idiota y después ¿qué sería de ella?......paró un momento y se dijo "¡ya estás otra vez! llenándote la cabeza de malos pensamientos, así no vamos a ningún lado"..., hay que reeducar esta maldita conducta de hacer leña de tí en tus peores momentos.¿eh?"
“Allí, está allí”.
En un taburete, de espaldas a la barra, la esperaba tomando una copa de esas que llevan una sombrillita dentro, cada vez estaba más convencido de que le darían plantón.
El camarero le preguntó si tomaría algo más, y él le dijo “¡pues claro!, ¡impaciente!” , y se tomó otro de lo mismo de una sola vez.
Petra notó un temblor de pies inseguros y la boca se le secó como un esparto. “¡Tranquila!” , pero dio media vuelta y se alejó “Cobarde, ¡estás huyendo!” se hablaba a sí misma en voz alta y lloraba, así que la gente se volvía a mirarla, y ella avergonzada, escapó corriendo de allí hasta su habitación. Pero se dio cuenta de que había olvidado la llave y regresó al ascensor. Las puertas se abrieron y allí estaba él que la agarró del brazo girando su menudo cuerpo llevándola hasta la mitad del pasillo.
- ¡Serás cobarde! ¿Pensabas dejarme esperándote? ¿Qué clase de mujer eres? ¿No tienes sentimientos? Mírate, hecha un mar de lágrimas … No nos queda mucho tiempo, ¡decídete ya! , ……
- No puedo, yo no puedo. Tendrás que hacerlo tú por mí.….
- Si quieres, podría pedir el almuerzo en la terraza de tu habitación y nos sentaremos tranquilamente a charlar..... luego me iré y ahí acabará todo.
- ¿Y qué pasará luego?
- ¡¿Qué nos puede importar lo que pasará luego?! Luego lo sabremos. Es así de sencillo. ¿Por qué te empeñas en ponerlo difícil?
- Está bien, allí estaré. –Dijo. Y se alejó.
Eran la dos de la tarde y aún no había aparecido, "dijo...pero no vendrá"
Entonces, como solía hacer en sus momentos de confusión, cambió el chip, "un día en blanco en mis falsas memorias,... Ah, Caray ¡era tan guapo!.. ¡Y ella tan cobarde!
“¡Puñetera autoestima! Si no crees merecer algo. No podrás vivirlo, ni aunque llegue.”
Creyó que llamaban a la puerta y sacó la cara de entre las sábanas para estar segura. …. Sí,…
El camarero traía una bandeja y ella no había pedido nada. Pudo ver un pequeño sobre junto a una botella de Cava, y un bol con fresas y frutas del bosque.
"Y el almuerzo llegó solo." pensó.
-¿Dónde quiere que lo deje? –Preguntó a Petra.
-Allí mismo -Le indicó ella.
Y acercando la mano a la suya puso su propina sin quitar ojo al pequeño sobre que abrió en cuanto el camarero dejó la habitación.
En la tarjeta decía así:
“No espero que me llames.. aunque con los indecisos nunca se sabe." V. Silé.
Ella, sonrió nerviosa y dijo "Yo habré sido una cobarde pero.... ¡No se ponga usted bien puesto, que el último plantón ha sido suyo!
A la mañana siguiente recogió sus maletas y se fue a desayunar, allí estaba él, al verlo soltó la maleta y se le acercó, le cogió las manos y se puso de puntillas para llegar a su cara y darle un beso en la boca, luego se le quedó mirando, sonrió y dijo "usted me gusta, no me podía marchar sin que lo supiera" y se alejó corriendo a toda prisa de allí.
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